martes, febrero 26, 2013

V Coruña21, primer objetivo 2013.



Que gran día! Toda la tropa nos juntamos en "El Templo" a la hora prevista. Había nervios, todos teníamos un objetivo. Daba gusto estar allí: esos momentos se hacen cortos , muy cortos. Todos animándonos, olor a radio salil, y como no, un servidor junto con Diego Castro, poniendo música bien alta para que el personal fuera cogiendo el ritmo, Coldplay, Whistle, Florida, Swedish House Mafia.

Ya en la salida, "el equipo" está concentrado. La lluvia y el frío eran los protagonistas, pero era también  lo que queríamos. Habíamos entrenado, con todas esas condiciones y peores, así que si había un objetivo, mejor que fuera épico.
En la salida bien colocados, y tras el disparo, a por todas.
En los dos primeros kilómetros la gente nos pasaba por todos los lados. No parábamos de mirar el reloj, a la vez que pensaba, " que mal estamos, ¿pero qué hemos entrenado? ". Pronto llegó el km 4 y cada uno ocupó su lugar.
Nosotros a ritmos de 3:47 y bajando. Progresando en todo momento y adelantando gente.
Pablo Barrio y yo llevábamos el ritmo de un grupo de 4 que nos quedamos en tierra de nadie, haciendo miles a 3:40. Yo miraba y no me lo creía, joder!! estabaen una media no en un 10000.
Tras esa primera vuelta y formar ese grupo, progresamos  cómodos. La sensación de verte delante de una carrera de nuevo, de ir dando la cara: nunca la olvidé y la echaba de menos, mucho. Estaba disfrutando a tope.
El objetivo había que conseguirlo como fuera. En el km 17 tuve que dejar ir a Pablo unos tres segundos por mil. Pero no me resigné: le seguí  de cerca, todo lo que pude.
Iba justo, muy justo y no debería ser así, pero era lo que había, así que decidí aguantar todo lo que pudiera hasta el último mil. A la salida de la glorieta, cerré los ojos, no quería mirar el reloj, estaba cerca pero....
Cuando quedan 300 mts. veo que voy a llegar dentro del objetivo 1:20, esprinto como puedo mientras veo a mi gran compañero que ya había llegado: sólo quedaba vaciarse y llegar.

300 mts. en los que te da tiempo a pensar lo que has sacrificado, entrenar a horas intempestivas, al salir de trabajar de noche, a las 7 de la mañana porque las princesas de famosa esperaban para disfrutar de papá al despertar. Días de cansancio, días muy desapacibles en los que lo normal es cagarse y quejarse. En fin 300 mts. para decir: " me lo merezco, aposté que lo intentaría y lo conseguí".
Como siempre los agradecimientos a toda la gente, sobre todo RIALTEÑOS que nos animaron durante toda la carrera, a la gente que me conoce y siempre tiene un cariño antes, durante y después de las carreras.
 Especialmente al tio que me acompaña, que siempre me gana, que siempre a pesar de cualquier contratiempo tiene buena cara, que tiene una fuerza enorme, nunca se queja y del que es una suerte aprender, GRACIAS Pablo Barrio!!!