La natación salió fatal, lo que el año pasado me cogió para ayudarme a llegar rápido a la orilla, es decir las olas ya rotas a mi espalda, este año me calleron de pleno encima antes de romper. Haciendo incluso que pasara malos momentos cerca de la orilla. Ahora entiendo cuando alguien se ahoga aún siendo nadador. Esas tres olas me dejaron temblando para el resto del día y lleno de arena, hasta en los "flanagans". Llevaba el neopreno CERRADO y por debajo el tritaje, aún así aparecieron arenas en sitios reconditos. En fin...no me faltó nada para abandonar, la primera vez en mi vida que me pasó...
Una vez que vi que estaba en tierra, y comprobé que no me faltaba nada, un brazo, una pierna...subida a por la bici. El sector ciclista dentro de un grupo que casualmente fue el mismo que el del Tri de Riveira, vaya coincidencia!. El objetivo era pasar el corte, ya que el año pasado no lo había pasado en élite. Finalmente, lo pasé con 5 minutos de margen, a pesar de la natación.
La carrera con calma ya poco se podía arreglar. Adelanté a los de mi grupo de bici ya en la transición y poco más. Hice lo mínimo, el catarro y la tos o gripe o lo que sea que llevo a cuestas estas semanas que se empeña en no abandonarme me deja con medio pulmón.
En resumen, otro reto más superado, este triatlón es el más duro del circuito gallego sprint. Como me gusta quedarme con lo bueno y ser positivo, con una natación muy mala, un pedazo de catarro, medicado, un año después en el mismo sitio a la misma hora, las cosas han salido mejor. Así que, a seguir disfrutando!!!
